3 Nov 2025, Lun

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Soy médico oncólogo, con largos años de trabajo profesional. Empecé a asistir al hospital infantil y me apasioné por la onco-pediatría. Vi en mis carnes los dramas de mis pequeños pacientes, víctimas inocentes del cáncer. Hasta el día en que un ángel entró en mi vida. Mi ángel llegó en forma de una niña de 11 años. Fue sometida durante dos largos años a diversos tratamientos, manipulaciones, inyecciones y grandes sufrimientos, con programas de quimio y radioterapia, pero nunca vi temblar a mi angelito.
La vi llorar a menudo; también vi miedo en sus pequeños ojos, pero eso es humano.
Un día, llegué pronto al hospital y encontré a mi ángel sola en su pequeña habitación. Le pregunté por su madre. La respuesta que me dio, aún hoy no puedo decirla sin sentir una profunda emoción.
“Doctor”, me dijo, “mi madre sale a menudo de la habitación para llorar, escondiéndose en los pasillos. Cuando muera, creo que se quedará con mucha nostalgia. Pero yo no tengo miedo a morir. No nací para esta vida”.
Le pregunté: “¿Qué es la muerte para ti?”
“Mire, doctor, cuando somos pequeños, a menudo queremos dormir en la habitación de nuestros padres y, por la mañana, nos despertamos en nuestra propia habitación, ¿verdad?”
“Sí, lo hacemos”, le contesté.
Y ella dijo: “Un día me iré a dormir y mi Padre vendrá a buscarme y me despertaré en su casa.
Ésa será mi verdadera vida”.
Me quedé petrificado, sin saber qué decir. Sorprendido por la madurez y la visión espiritual de aquel niño.
“Y mi madre se quedará con más nostalgia”, añadió.
Emocionada, conteniendo las lágrimas, le pregunté: “¿Qué significa ‘nostalgia’ para ti, pequeña mía?”
“La nostalgia es el amor que permanece”.

Hoy, a mis 53 años, reto a cualquiera a dar una definición mejor, más directa y sencilla de la palabra nostalgia: ¡es el amor que permanece y no se va!

Mi pequeño ángel se ha ido hace muchos años. Pero me dejó una gran lección que me ayudó a mejorar mi vida, a intentar ser más humana y amable con mis pacientes, a redescubrir los verdaderos valores. ¡Qué hermoso que exista la nostalgia, el amor que permanece para siempre! Seamos más humanos, agradables con la gente. Vivamos con sencillez. Amemos generosamente. Cuidemos intensamente. Hablemos con amabilidad y, sobre todo, no exijamos demasiado.

P. Bruno FERRERO

Salesiano de Don Bosco, experto en catequesis, autor de varios libros. Fue director editorial de la editorial salesiana Elledici. Es redactor jefe del periódico italiano "Il Bollettino Salesiano", en versión impresa.