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San Francisco de Sales, ha sido considerado un fundador de una nueva escuela de espiritualidad, que lleva su nombre: la espiritualidad salesiana. Siguiendo esta espiritualidad, muchos hombres y mujeres han llegado a la santidad. Conocerla es un deber para quienes están vinculados a esta escuela de espiritualidad, especialmente para aquellos grupos religiosos de hombres y mujeres que de alguna manera forman parte de la gran familia salesiana.
La palabra espiritualidad significa una doctrina de vida espiritual, es decir, que trata de los principios de la perfección cristiana y de los medios para alcanzarla.
Hablando de la espiritualidad salesiana Don Eugenio Ceria escribía:
“Doctrina de la vida espiritual fontalmente no hay más que una, la contenida en las páginas del Evangelio; sin embargo, los desarrollos y las realizaciones pueden variar y de hecho varían. Los tres consejos evangélicos, por ejemplo, que están en la base de la vida religiosa, aunque siguen siendo siempre los mismos en sustancia, adoptan, sin embargo, formas diversas en la práctica, según la diversidad de los fines particulares deseados por los fundadores, de acuerdo con las necesidades y tendencias de los tiempos. Todos los Santos y todas las escuelas de santidad que florecieron y florecen en la Iglesia se inspiran sustancialmente en el Evangelio; pero ¡cuántas diferencias accidentales entre ellas! Así tenemos la espiritualidad de San Benito, de San Francisco de Asís, de Santo Domingo, de San Ignacio, y la consiguiente espiritualidad benedictina, franciscana, dominicana, ignaciana, cada una con su carácter inconfundible, y sin embargo todas igualmente aptas para conducir a las almas a la perfección.
Algunos santos, como san Juan Bosco, no expusieron orgánicamente por escrito su propia doctrina de vida espiritual, sino que crearon instituciones en las que la encarnaron y de cuyo estudio puede salir a la luz; otros santos, por el contrario, no sólo dieron origen a instituciones que profesaban una forma de vida espiritual que correspondía a sus puntos de vista, dirigiendo a las almas por el camino de la perfección según las normas y los métodos que ellos preferían, sino que también formularon deliberadamente las teorías que constituían la base de su acción espiritual. Uno de estos últimos es San Francisco de Sales, maestro de ese ascetismo que se conoce como salesiana”.
La espiritualidad salesiana ha dado sus frutos en muchas personas que han alcanzado la santidad, y fue confirmada por la canonización de San Francisco de Sales en 1665 (menos de 50 años después de su muerte) y su proclamación como Doctor de la Iglesia en 1877.
Gracias a Dios y a su experiencia de vida, San Francisco de Sales también deja un legado escrito, en el que se identifican los principios informativos de la espiritualidad Salesiana, principalmente en la Filotea, en el Teótimo, los Entretenimientos y la Correspondencia epistolar. En la Filotea escribe para las personas que recorren los caminos ordinarios de la santidad, en el Teótimo y en los Entretenimientos escribe para los que desean progresar en los caminos de la contemplación, y en la Correspondencia epistolar escribe tanto para los unos como para los otros.
Ha habido varios intentos de presentar toda su obra francesa en una edición completa. Cabe citar la versión en 4 volúmenes de Béthune Editeur de 1836, la versión en 9 volúmenes de Migne de 1861 a 1864, la versión en 10 volúmenes de Berche et Tralin de 1898, la versión en 12 volúmenes de Luis Vives de 1899 y, por último, la versión en 27 volúmenes de Monastère d’Annecy de 1892 a 1964, que es la más completa y fiable.
Por fortuna, esta última versión del Monastère d’Annecy está en formato digital, y queremos presentarla a todos aquellos que puedan leerla en francés.
Tomo | Vol. | Título | Tema | pp. | Pub. |
I | Controversias | Defensa de la autoridad de la Iglesia; Las Reglas de la Fe; Las Reglas de la Fe se observan en la Iglesia Católica | 420 | 1892 | |
II | Defensa del estandarte de la Santa Cruz | Del honor y la virtud de la verdadera Cruz; Del honor y la virtud de la imagen de la Cruz; Del honor y la virtud del signo de la Cruz; De la excelencia del honor debido a la Cruz; Del modo de honrar a la Cruz | 432 | 1892 | |
III | Introducción a la vida devota (Filotea) | Los consejos y ejercicios necesarios para conducir el alma desde su primer deseo de vida devota hasta la completa resolución de abrazarlo; diversos consejos para elevar el alma a Dios por medio de la oración y los sacramentos; varios consejos sobre el ejercicio de las virtudes; los consejos necesarios contra las tentaciones más comunes; ejercicios y consejos para renovar al alma y confirmarla en la devoción. | 574 | 1893 | |
IV | 1 | Tratado sobre el amor de Dios (Teótimo) | Seis libros: Contiene una preparación a todo el Tratado; Historia de la generación y nacimiento celeste del amor divino; Progreso y perfección del amor; Decadencia y ruina de la caridad; De los dos principales ejercicios del amor sacro que se componen por complacencia y bienaventuranza; Ejercicios del santo amor en la oración | 362 | 1894 |
V | 2 | Tratado sobre el amor de Dios (Teótimo) | Séptimo libro: De la unión del alma con su Dios, que se perfecciona en la oración; Del amor de conformidad con el cual unimos nuestra voluntad a la de Dios, que nos es dada por sus mandamientos, consejos e inspiraciones; Del amor de sumisión por el que nuestra voluntad se une al beneplácito de Dios; Del mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas; De la autoridad soberana que el amor sagrado tiene sobre todas las virtudes, acciones y perfecciones del alma; Contiene algunos consejos para el progreso del alma en el santo amor. | 512 | 1894 |
VI | Entretenimientos espirituales (21) | 21 discursos | 480 | 1895 | |
VII | 1 | Sermones (autógrafos), I | 1593-1602 – 65 sermones | 492 | 1896 |
VIII | 2 | Sermones (autógrafos), II | 1603-1622 – 95 sermones | 448 | 1897 |
IX | 3 | Sermones (colección), I | 1613-1620 – 42 sermones | 492 | 1897 |
X | 4 | Sermones (colección), II | 1594-1622 – 30 sermones | 480 | 1898 |
XI | 1 | Cartas, I | >1593-1598 – 120 cartas | 486 | 1900 |
XII | 2 | Cartas, II | 1599-1604 – 150 cartas | 524 | 1902 |
XIII | 3 | Cartas, III | 1605-1608 – 173 cartas | 464 | 1904 |
XIV | 4 | Cartas, IV | 1608-1610 – 210 cartas | 480 | 1906 |
XV | 5 | Cartas, V | 1611-1613 – 219 cartas | 470 | 1908 |
XVI | 6 | Cartas, VI | 1613-1615 – 263 cartas | 484 | 1910 |
XVII | 7 | Cartas, VII | 1615-1617 – 172 cartas | 480 | 1911 |
XVIII | 8 | Cartas, VIII | 1617-1619 – 233 cartas | 500 | 1912 |
XIX | 9 | Cartas, IX | 1619-1620 – 203 cartas | 496 | 1914 |
XX | 10 | Cartas, X | 1621-1622 – 221 cartas | 484 | 1918 |
XXI | 11 | Cartas, XI | Cartas sin fecha – 136 cartas + 5 cartas en el volumen 26 | 352 | 1923 |
XXII | 1 | Opúsculos, I | Primera serie: Estudios y vida privada y Segunda serie: Apostolado – 48 opúsculos | 400 | 1925 |
XXIII | 2 | Opúsculos, II | Tercera serie. Controversia y Cuarta serie. Administración episcopal – 35 opúsculos | 448 | 1928 |
XXIV | 3 | Opúsculos, III | Cuarta serie. Administración episcopal y Quinta serie: Fundaciones y reformas – 141 opúsculos | 568 | 1929 |
XXV | 4 | Opúsculos, IV | Quinta serie: Fundaciones y reformas – 20 opúsculos | 568 | 1931 |
XXVI | 5 | Opúsculos, V | Sexta serie: Ascética y mística – 69 opúsculos | 506 | 1932 |
XXVII | Tabla analítica | Índice doctrinal; índice onomástico; índice toponímico; índice bíblico | 316 | 1964 |
El índice detallado de todas las Obras Completas puede consultarse AQUÍ.
La versión de los volúmenes en formato PDF se encuentra AQUÍ.
Hay también una concordancia de las obras completas en lengua francesa que se encuentra AQUÍ.
Les auguramos una fructífera lectura.