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En medio del río de artículos y comentarios que han acompañado estos días, queremos simplemente expresar nuestro agradecimiento al Papa Francisco por el patrimonio humano y espiritual que nos deja:
1. Por la Misericordia divina. Gracias por recordarnos incansablemente que «Dios no se cansa de perdonar» y por el extraordinario Jubileo de la Misericordia.
2. Por la alegría de la fe. Gracias por enseñarnos que la fe en Jesucristo permite vivir «sobre las alas de la esperanza»: realmente Spes non confundit.
3. Por la devoción a María. Gracias por el testimonio de filial devoción a la Madre de Dios, María Santísima.
4. Por la sencillez desarmante. Gracias por un estilo de vida sobrio que ha atravesado cada gesto de su pontificado.
5. Por el primado de los últimos. Gracias por haber puesto en el centro a los pobres, sin techo, refugiados, migrantes y presos.
6. Por la denuncia de la “cultura del descarte”. Gracias por condenar la explotación y la instrumentalización de las personas, el lucro sin escrúpulos y el consumismo desenfrenado.
7. Por el valor de la familia. Gracias por advertirnos que las mascotas no pueden sustituir a los hijos.
8. Por la atención a los ancianos. Gracias por recordar que la vida frágil no debe ser descartada: los ancianos no deben ser eutanasíados por ser inútiles o no productivos, sino que son testigos de paz, amor y bendición.
9. Por la sinodalidad. Gracias por mostrar que el cristianismo no es un “hazlo tú mismo”, sino comunión con Dios y con los hermanos.
10. Por la apertura ecuménica. Gracias por buscar la unidad entre los cristianos con gestos concretos y valientes.
11. Por la lucha por la paz. Gracias por alzar la voz en un mundo desgarrado por una “tercera guerra mundial a pedazos”.
12. Por la mirada profética sobre el tiempo presente. Gracias por hacernos entender que no vivimos simplemente una época de cambios, sino el cambio de una época.
Gracias. Que Dios recompense todo el bien sembrado en la tierra.