Por Editor BSOL 
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Conocemos a Don William Matthews, salesiano de origen birmano criado en Australia, quien en marzo de 2025 fue nombrado Consejero General para la Región de Asia Oriental y Oceanía durante el Capítulo General 29 en Turín. En esta entrevista, Don Matthews repasa su camino vocacional, desde la parroquia salesiana de Mandalay hasta la migración a Australia, pasando por la ordenación sacerdotal y el servicio como Provincial de Australia y la Provincia del Pacífico. Comparte su pasión por la educación de los jóvenes, la importancia del Sistema Preventivo y su particular compromiso con los refugiados y migrantes, reflexionando sobre los desafíos de la evangelización contemporánea y la unidad de la Familia Salesiana.
¿Podría presentarse?
¡Hola! Mi nombre es P. William Matthews, Consejero General para la Región de Asia Oriental y Oceanía de los Salesianos de Don Bosco. Nacido y criado en una parroquia salesiana en Mandalay, Birmania, emigré a Australia con mi familia en 1994. Hice mi primera profesión como Salesiano el 31 de enero de 1997 en Melbourne, Australia, y fui ordenado sacerdote en Perth, Australia Occidental, el 9 de diciembre de 2005. Como Salesiano, he pasado la mayor parte de mi tiempo en la educación secundaria entre Melbourne, Adelaida y Sídney en Australia. En junio de 2017, fui nombrado 11º Provincial de Australia y la Provincia del Pacífico, cargo que serví fielmente de 2018 a 2023. Durante el Capítulo General 29 en Turín en marzo de 2025, aunque no era miembro del Capítulo, fui nombrado Consejero General para la Región de Asia Oriental y Oceanía.
¿Quién le contó por primera vez la historia de Jesús?
Aprendí a amar y seguir a Jesús de niño dentro de mi familia. Mi familia era muy devota y practicar la fe cristiana con celebraciones regulares de los sacramentos era una parte importante de mi crecimiento. Nuestros padres se aseguraron de que fuéramos buenos cristianos, siguiendo fielmente a Jesús.
¿Cómo percibió la llamada de Dios y cómo se manifestó en su vida? ¿Por qué salesiano?
Como monaguillo en mi parroquia local durante muchos años, mi interés por la vida sacerdotal germinó y se desarrolló. De adolescente, era capaz de dirigir clases de catecismo en ausencia de sacerdotes o monjas, y también de dirigir servicios de oración en mi comunidad parroquial local. Estaba activamente involucrado en el sector de la pastoral juvenil de mi parroquia. Ser un líder u organizador siempre ha sido parte de mi vida. Elegí la vida salesiana por mi trasfondo parroquial, el vínculo de mi familia con los Salesianos y mi genuino interés por la educación de los jóvenes. Nunca miré hacia atrás después de ingresar al seminario salesiano en Birmania. Creo que la Virgen me llevó a Don Bosco.
¿Cuáles fueron los momentos o personas decisivas en su camino de discernimiento?
Fue un gran desafío aprobar el examen de matriculación en Birmania. Muchos lo intentaron varias veces y fracasaron. Hice un compromiso con Dios para ingresar al seminario después de aprobar con éxito mi primer intento. Dios escuchó mi desafío y me abrió el camino. Con el apoyo de mi familia y mis feligreses, ingresé al seminario salesiano de Anisakan en Birmania después de la escuela secundaria. ¡La vida está llena de sorpresas! Los giros y vueltas en la propia vocación son normales porque no sabemos a dónde nos lleva el buen Dios. Junto con mi familia, emigré a Australia en 1994 y continué mi camino salesiano en Melbourne. Sé que mi familia, especialmente mi madre y muchos amigos, siempre me apoyan y oran por la perseverancia en mi vocación.
¿Hay algún episodio que le haya marcado especialmente en su formación salesiana?
La formación salesiana que recibí como aspirante en Birmania me proporcionó una base sólida. Muchos salesianos que conocí en Birmania me inspiraron a vivir mi vida como salesiano por el bien de los jóvenes. También varios salesianos mayores en la provincia australiana desempeñaron un papel de modelos extraordinarios en mi vida. Su santidad, generosidad y sencillez eran insuperables y aprendí mucho de ellos para ser un salesiano mejor.
¿Cuál es la mayor alegría de su ministerio? ¿Y la mayor dificultad?
La mayor alegría de mi vida es estar con los jóvenes, los pobres, los refugiados y los migrantes en la celebración de los sacramentos. Ellos son el significado y el propósito de mi vida y mi ministerio. Me da una gran satisfacción saber que nos encontramos con Jesús el uno en el otro. Sin embargo, hay momentos difíciles en los que soy incomprendido por los demás, y tengo que enfrentarme a personas que tratan a los demás de manera diferente debido a la raza, el género, el origen o la cultura.
¿Qué desafíos ve hoy en el acompañamiento de los jóvenes, y qué herramientas salesianas le parecen aún eficaces?
Los salesianos deben ser aceptados por los jóvenes antes de acompañarlos. Por eso Don Bosco quiere que sus salesianos se hagan amar. La presencia salesiana es el primer paso importante y ayudará a los salesianos a darse a conocer entre los jóvenes. En cuanto a la herramienta, el uso del Sistema Preventivo es la mejor manera de acompañar a los jóvenes a ver a Jesús y a ser como Jesús para los demás.
¿Podría compartir una experiencia particularmente significativa con los jóvenes o en su misión?
Una experiencia significativa con los jóvenes en mi vida y misión ha sido pasar tiempo con refugiados, migrantes y trabajadores migrantes de Birmania [Myanmar] en Australia, Nueva Zelanda y Tailandia. Siempre necesitan apoyo espiritual y moral, y aprecian inmensamente incluso el más mínimo tiempo y la presencia que comparto con ellos. Acercarme a ellos y pasar tiempo con ellos siempre ha sido una experiencia gratificante para mí como hijo de Don Bosco.
¿Cómo se mantiene espiritual y humanamente firme en las dificultades?
Mantenerse activo y sano tanto espiritual como físicamente es muy importante para superar los desafíos de la vida, especialmente aquellos que están fuera de mi control. Confiar en la calma y la amabilidad junto con la gracia de Dios a través de una vida espiritual y física saludable me ayuda a superar mis momentos de dificultad.
¿Hay alguna figura (además de Don Bosco) que le haya inspirado particularmente en su vida espiritual?
Además de Don Bosco, María, la madre de Jesucristo, me ha inspirado en mi vida de servicio por el bien de los demás. María aceptó la Palabra de Dios y la hizo realidad sin miedo ni temblor. Era confiada, tranquila, amable y alegre al hacer la voluntad de Dios como primera discípula fiel. Con María como modelo y guía, un salesiano puede llegar muy lejos en su ministerio.
¿Cuáles son hoy los grandes desafíos de la evangelización y la misión?
El materialismo y el individualismo son los grandes desafíos de la evangelización y la misión hoy. Las personas deben abrazar la belleza y la sencillez de la humanidad para vivir en paz y armonía siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, que es el camino, la verdad y la vida.
¿Colabora con laicos, con las Hijas de María Auxiliadora (FMA), con otros miembros de la Familia Salesiana?
Como salesiano, la colaboración con los miembros de la Familia Salesiana, especialmente los laicos, es muy importante. Sin ellos, no progresaremos. Los animo, los apoyo y trabajo con ellos de todas las formas posibles.
¿Planes para el futuro? ¿Sueños? ¿Iniciativas?
Mis planes o sueños no son personales, sino de Don Bosco para ayudar a los jóvenes a convertirse en «buenos cristianos y honestos ciudadanos» en todos los rincones del mundo, especialmente en países y lugares que enfrentan dificultades y desafíos.
¿Qué consejo le daría a un joven que se siente llamado a la vida religiosa?
No tengáis miedo, confiad solo en el Señor que obrará a través de vosotros para SU gran gloria. Venid y entregaos totalmente al Señor y Él os llevará a lugares donde sois necesarios.
¿Tiene un mensaje para la Familia Salesiana?
Mi mensaje a la Familia Salesiana es que permanezcan unidos, oren juntos y trabajen juntos en el espíritu de San Juan Bosco bajo la guía maternal de Nuestra Señora Auxiliadora de los Cristianos.